El 60% de las huacas de
Lima está en riesgo de ser invadido
De los 366 sitios que quedan, solo 44 están debidamente inscritos en
Sunarp. La mayoría de zonas arqueológicas no está delimitada y requiere
seguridad policial
LOURDES
FERNÁNDEZ CALVO
La zona arqueológica monumental Huaycán de Pariachi tiene 60
hectáreas de extensión, cerca de 500 años de antigüedad y un pequeño
asentamiento humano dentro de ella. Cuenta María Fe Espinoza, arqueóloga del Ministerio de Cultura, que la
primera invasión a este complejo, que albergó a la sociedad prehispánica Ichma
por el año 1200 d.C., ocurrió hace más de 30 años, cuando una familia se
instaló en parte del sitio.
Actualmente, pese a
las denuncias judiciales, los pobladores han llegado a ocupar 30 hectáreas de
la zona arqueológica. “Ya no sabremos qué elementos valiosos hay debajo de esas
casas”, lamenta la arqueóloga.
En Lima Metropolitana quedan 366 monumentos arqueológicos. De ellos, el
60% está en riesgo de ser invadido y estropeado por la expansión de la urbe o
por mafias de traficantes de terrenos. Según Luis Cáceres, jefe de la Dirección
de Arqueología del Ministerio de Cultura, son las huacas ubicadas en las zonas
periféricas de Lima –como Ate, Carabayllo y Pachacámac, entre otras– las que
están más expuestas.
“La mayoría está en
riesgo, pero hace falta un estudio para precisar el estado en el que se
encuentra”, recuerda.
Cáceres asegura que
las 366 huacas han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, lo que les
otorga un carácter de intangibilidad. Sin embargo, señaló que solo 44
de ellas, es decir
el 12%, están inscritas ante la Superintendencia Nacional de Registros Públicos
(Sunarp).
“Los que invaden se
valen de títulos de propiedad, ya que el 98% de las huacas está a nombre de
terceros. Lo que le queda al ministerio es inscribirlas en registros públicos
con una carga cultural para que se conozca de su intangibilidad”, precisa
Cáceres, al recordar que este trámite requiere un presupuesto importante que el
ministerio actualmente no posee.
En los últimos diez
años, se han presentado 294 denuncias por atentados a zonas arqueológicas de
Lima ante la fiscalía. La más reciente fue por la destrucción de una de las
pirámides de la huaca El Paraíso, en San Martín de Porres.
Además de su
situación legal, las huacas de Lima tienen un crónico problema de delimitación.
Un porcentaje mínimo se encuentra demarcado y protegido legalmente por hitos de
demarcación.
En la zona
arqueológica de Cajamarquilla, ubicada en Lurigancho-Chosica y de una
superficie de 150 hectáreas, por ejemplo, no hay cerco que separe el monumento
de la población. La inmensidad del lugar es atravesada por autos sin
restricción.
Solo algunos
paneles de concreto del Ministerio de Cultura advierten de la importancia de la
zona. Invertir en cada uno de estos paneles le cuesta al ministerio entre S/. 3
mil y S/. 5 mil. Pensar en construir un cerco, entonces, se convierte en
utopía. “Siempre hay fumones y hasta violaciones; los delincuentes se
aprovechan de la inseguridad”, nos cuenta uno de los dos vigilantes de la zona.
Según algunos
vecinos de los asentamientos humanos Santa Cruz y Paraíso, la huaca es un
peligro y urge de presencia policial. El subgerente de serenazgo de Chosica,
Juan Pucamayo, asegura que diariamente patrullan el monumento, pero que esa
labor debe encabezarla la policía. Esta entidad indica que la responsabilidad
es de la Policía de Turismo. Sin embargo, agentes de esta división refieren que
no cuentan con personal para esa labor.
Desde el Congreso, el presidente de
la Comisión de Cultura y Patrimonio, Ramón Kobashigawa, dice que se está
buscando proteger a los complejos arqueológicos con un proyecto de ley. “Ya
pasó al pleno y esperamos que se debata en la próxima legislatura”, es su
deseo.
Que pena que nosotros los peruano estemos ocupando nuestras zonas arqueológicas y que no la cuidemos y valoremos,Chicos y chicas incentivemos a los demás a cuidar nuestro patrimonio cultural JUNTOS PODEMOS LOGRARLO!!
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